El elástico de Penélope

En los extraños años de la adolescencia estaba fascinada con Penélope Cruz. Me parecía la más guapa, la más pizpireta, la más echá palante. Lo mismo pensaba que, como yo también soy de barrio y tenemos la edad casi exacta, a mí también me podían pasar esas cosas que le pasaban a ella. Ir al casting de un videoclip y que el del grupo más conocido del país se enamore de ti mientras los dos galopáis por la playa. Bueno igual el videoclip no era así pero veis lo que digo. Salir en el programa más pavo de los primeros años de Telecinco. Que Trueba y Almodóvar te den sus papeles más bonitos.

Yo miraba la foto de Pe en las revistas y me quedaba como ida. Es guapa, la tía, no me digais que no. Y se fue a Nueva York. Y luego se lió a hacer pelis allí. Y empezó a encadenar novios, que además eran famosos y estupendos. Casi siempre, sus compañeros de reparto. Un día dije que Penélope tenía "el elástico flojo" y me rieron un montón la gracia. Así que la seguí haciendo.

Tardé bastante, demasiado, en darme cuenta de que la estaba juzgando porque era una mujer, porque era guapa, pizpireta y echá palante. Pobres muchachos que caen rendidos a sus pies. La juzgaba de una manera distinta con la que hubiera juzgado a un hombre. La juzgaba, que ya es un alarde. Para cuando ganó el oscar ya se me había secado la bromita y casi lloro de emoción con ese discurso de "i'm a girl from Alcobendas". 

Machacar a las mujeres que coleccionan tíos es lo mismo que aplaudir a las que se encierran en su casa cual convento. Supone juzgar su vida íntima y presupone el derecho a hacerlo. Yo siempre he estado de acuerdo con ese principio en la teoría pero asumía que las bromas valen, que no hacen daño a nadie. Que no pasa nada por insinuar que si a la de la oficina la han ascendido es que se lleva bien con el jefe. Que eso de "la culpa es de los padres, que les dejan salir vestidas como putas" es tronchante. Me parto de risa. Y se me cae el elástico.